- 2 pechugas de pollo
Salsa blanca
- 1 litro de leche
- 1/2 taza de harina de trigo
- 1/4 de cucharada de sal
- pimienta blanca al gusto
- 100 gramos de mantequilla
- 1/2 cebolla sofrita en mantequilla
Para el rebosado
- 2 paquetes de pan molido
- 2 tazas de harina de trigo
- 4 huevos batidos
Preparación
Se sancochan las pechugas sin piel en un caldo con ajo, zanahoria, cebollín, ajo porro, cebolla, pimentón, laurel, sal. Desmenuzar la pechuga y moler en un picatodo o licuadora 1/2 taza de su carne en 1/2 taza de caldo. Para preparar la salsa bechamel se agrega en una olla la mantequilla y la harina, se remueve hasta que tome un color dorado; agregar la leche sin dejar de remover con una paleta de madera, adicionar sal y pimienta y cocinar hasta que espese. Unir el pollo desmenuzado y el molido con la bechamel y mezclar bien, añadir la cebolla sofrita. Preparar tres platos para el rebosado: uno con harina, otro con los huevos batidos y uno con pan molido; tomar una cuchara de la mezcla, darle forma dentro de la harina y pasarla 2 veces por huevo y pan rallado. Guardar en la nevera de dos a tres horas para que compacten y luego freír en abundante aceite. Se puede enriquecer su sabor con una salsa tártara. Nota: Varíe esta receta y haga croquetas de atún, jamón, pescado, de arroz (la tradicional para aprovechar lo que quedó de una comida del día anterior), carne, espinacas con queso, queso solamente o la antigua de papas, para la que se recomienda hervir las papas sin pelarlas, para que no absorban demasiada agua o cocerlas al vapor.
Fuente: Estampas - El Universal.
Fuente: Estampas - El Universal.
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