martes, 18 de mayo de 2010

La piña es una planta tropical a la que le encanta el sol y así nos lo hace saber a través de su jugosa y dulce carne. De lejos, parece una mezcla de alcachofa y piña de pino, con un ramillete de hojas verdes en la parte superior. Pero si te acercas un poco, descubrirás el lado más enigmático de esta exótica fruta que podrás saborear durante todo el invierno.

Variedades

Smoth Cayenne: Es, probablemente, la variedad más conocida de todas: grande, de carne amarillenta y fibrosa. Se consume durante todo el año.

Botella:Procedente de Guadalupe, forma parte de los descubrimientos de Cristóbal Colón. Tiene forma alargada, apenas muestra hojas y es realmente dulce

Pernambuco:Procedente de América central y Sudamérica, esta variedad tiene una carne blanquecina muy dulce, aunque con un punto ácido.

Queen:Es de carne dorada, jugosa y anaranjada a la vez. La victoria, una de sus variedades, se importa de isla Mauricio y la Réunion. Es más pequeña que el resto de piñas, increíblemente sabrosa y dulce.

La elección
Es muy sencillo. Cuando la cojas tienes que notar el peso y la firmeza de la carne. Las hojas deben ser duras y muy resistentes a los estirones. En cuanto al color, no importa demasiado siempre que sea verde, marrón o amarilla. Lo que sí importa es el olor. Acércate con discreción y asegúrate de que huele bien. Querrá decir que está madura y lista para comer.

La conservación
No la guardes en la nevera. A menos de 10 °C, sus sabores desaparecen. Es mejor dejarla a temperatura ambiente durante dos o tres días como máximo. Cuando la elijas, fíjate en que haya llegado en avión, es señal de frescor y de que podrás conservarla durante más tiempo.

La preparación
Existen diferentes modos de cortarla:
Si quieres presentarla en rodajas o hacerla al horno, corta las hojas justo por el borde. A continuación, y con la ayuda de un cuchillo pequeño bien afilado, pélala como si se tratara de una manzana: entera. Y no dejes ningún “agujero negro”. Ahora sólo tienes que dividirla en trozos o introducirla en el horno.
Cuando hayas eliminado las hojas, córtala en rodajas. A continuación, elimina la parte central de cada trozo. Separa la carne de la cáscara, como si pelaras un melón.
Con la ayuda de un cuchillo grande, parte la piña en dos a lo largo y sin deshacerte de las hojas. A continuación, divídela en cuatro trozos y separa la cáscara de la carne. Corta ésta última en pequeños dados y preséntalos dentro de la cáscara. Cada uno que pinche con un palillo los dados que quiera de este gracioso barco.

Las recetas

La piña se consume fresca o cocinada con pato, gambas, cerdo, pollo o en carpaccios.
Quedará estupenda en una tarta, rebozada, en ensaladas o en un suflé. Además, es la reina de las frutas en cuanto a cócteles y batidos se refiere. Y también puedes hacerla al horno o caramelizara y añadirle especias o un poco de queso fresco.

Fuente: Enfemenino.com

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