martes, 31 de marzo de 2009

Piña Colada

Ingredientes :

*4 cl. de leche de coco
*6 cl. de zumo de piña
*6 cl. de ron blanco
*Hielo picado

Preparación:

En una coctelera mezclar la leche de coco, el zumo de piña, el ron y el hielo. Agitar y servir.

Fuente: Enfemenino

lunes, 23 de marzo de 2009

Congelar, trucos y precauciones

Congelar es una operación ineludible, tanto si eres aficionado a la cocina como si no lo eres. Por otra parte, a menudo nos perdemos un poco con los alimentos que hemos congelado, pero no siempre es fácil, entre los tiempos de conservación y los envases que se abren y dejan pasar la escarcha...
Así que aquí te mostramos algunas reglas básicas para dominar el arte de la congelación...

Congelar no es sobrecongelar
Congelar un alimento significa ponerlo a baja temperatura, entre -18° y -25°. Esta operación se realiza en casa, con la ayuda de un congelador simple.
Sobrecongelar un alimento es una operación industrial que consiste en poner los alimentos a una temperatura muy baja (¡de -35° a -196°!) de un modo muy rápido. Así pues, es imposible hacerlo con tu congelador.

¿La mayor diferencia entre ambos? La conservación: es mucho más larga para los productos sobrecongelados. Así que nada de congelar tus pequeños platos y los frutos del jardín durante meses y meses…

No se congela todo

Aunque muchos alimentos y platos preparados se conservan, existen algunas excepciones que hay que conocer. ¿Sus características? Su sensibilidad frente a las bacterias.
Debido a que el proceso de congelación no mata las bacterias: sólo para su proliferación. ¡La contaminación vuelve en el proceso de descongelación!

Se cuida en envase

Se pueden dejar los envases de origen, que van bien porque llevan consejos de uso y una fecha límite de consumo, referente siempre útil.

Para los productos no envasados (tus platos preparados, las verduras del jardín, fruta del mercado, etc.), se deben seguir algunas reglas simples:

- Congelamos sólo alimentos frescos, con cuidado de que no se forme escarcha.
- En cada producto pegaremos una etiqueta en la que indicaremos el contenido y la fecha de congelación.

Para congelar tus productos, debes envasarlos de un modo perfectamente hermético. El embalaje debe estar estancado y sin aire, lo que evitará una pérdida de humedad.

Puedes utilizar:

- bolsas de plástico de un solo uso (que aplastarás para quitar el aire).
- papel de aluminio grueso (para evitar roturas) y film transparente.
- bandejas de aluminio (reutilizables, con la condición de limpiarlas siempre impecablemente).
- botes de plástico (no los llenes hasta arriba, deja al menos 1 cm de espacio bajo la tapa: al congelarse, los alimentos aumentan volumen).

¡Tú eliges tus embalajes en función de la forma, la cantidad, la naturaleza de los alimentos y el tamaño de tu congelador!

Las reglas para una buena congelación

- Se recomienda regular la temperatura del congelador a -18°.
- Nunca se recongela un producto que ya ha sido congelado o sobrecongelado: ¡intoxicación asegurada! (excepto si el producto se ha descongelado y se ha cocido bien. En ese caso sí se puede recongelar).
- No se debe romper nunca la cadena de frío: en la tienda, colocamos los sobrecongelados en una nevera o un saco isotérmico y los metemos en el congelador de casa. Si prevés un trayecto largo o mucho calor, evita comprar sobrecongelado.
- Hay que lavar las frutas y verduras antes de congelarlas.

Tiempos de conservación en el congelador

Para productos sobrecongelados:
Carnes y pescados: De 8 a 24 meses
Pastelería: De 12 a 24 meses
Frutas y verduras: De 24 a36 meses

Para productos congelados en casa:
Pescados: De 3 a 5 meses
Cerdo, cordero y ternera: De 6 a 8 meses
Buey, aves: 12 meses
Frutas y verduras: De 8 a 10 meses
Platos cocinados: 3 meses

Cómo descongelar

Ya lo hemos dicho: la congelación no mata las bacterias. Por lo tanto, no hay que descongelar un producto al aire libre, sino en la nevera. También puedes utilizar el programa de descongelación del microondas.

Pero lo mejor es cocinar directamente los alimentos congelados. Se puede hacer con muchos productos: pescados, verduras y frutas en papillote o al vapor, platos preparados cocidos con agua, al microondas o en wok, etc.
Fuente: Enfemenino

miércoles, 18 de marzo de 2009

Ingredientes para un Buen Risotto

Prevé como mínimo una gran cazuela con tapa, una cuchara de madera, un cazo, un vaso dosificador.
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> El arroz: arroz redondo para risotto. Arborio, carnaroli, o incluso el "California Rice" utilizado para hacer sushis, pero atención, es rico en almidón.Cantidad: 250 g para 4 personas.
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> La materia grasa: aceite de oliva, o mantequilla, o los dos. Cantidad: 4 cucharadas soperas para 4 personas.
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> La base o sofrito: facultativa. Cebolla, o zanahorias, apio, puerro… es cuestión de gusto. Cantidad: 1 a 2 cebollas para 4 personas.
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> El vino blanco: después de hacer el sofrito y una vez que el arroz esté traslúcido, añadir un vaso de vino, para darle gusto. Cantidad: aproximadamente 20 30 cl para 4 personas.
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> El caldo: va a ser absorbido por el arroz, que cocido así quedará untuoso y perfumado. Cantidad: todo depende de los otros ingredientes (verduras que producen más agua…) puede variar entre 75 cl y 1,5 l por 4 personas.
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> El queso: parmesano, grana padano o pecorino son los más utilizados. Tiene que ser un queso de pasta dura con esta típica textura seca. Cantidad: no hay regla, pero al menos 60 g para4 personas.
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> Mantequilla al final de la cocción: se puede incorporar un poco de mantequilla al final de la cocción, una vez retirado del fuego, lo hace más cremoso. Cantidad: 20 a 40 g para 4 personas.
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Fuente: Enfemenino

martes, 3 de marzo de 2009

Las Hierbas Aromáticas

Con su frescura y sus perfumes sutiles, combinan absolutamente con todo: carnes, pescados, verduras… pero también con frutas y quesos. Ineludibles, e incluso indispensables, existen docenas de ellas, pero muchos se desconocen.

Así que no queda más que hacer una puesta a punto sobre las virtudes de las hierbas aromáticas…


> Zoom nutritivo

Las hierbas aromáticas generalmente tienen muchas vitaminas, particularmente la vitamina C, y minerales (hierro, magnesio, fósforo, calcio). Extremadamente pobres en calorías, son las aliadas ideales de las recetas para adelgazar, ya que realzan cualquier plato un poco soso.
Las virtudes de las hierbas son numerosas y muchas de ellas se utilizan en infusiones o decocciones, como la menta, el tomillo o el anís.


> ¡Cuidado con el calor!
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Frágiles, las hierbas aromáticas soportan muy mal el calor, que elimina sus aromas. Para preservar tus hierbas, mejor evita la cocción. Añádelas a tus platos fuera del fuego o al finalizar la cocción.
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> Las hierbas más utilizadas…

El perejil
La hierba más conocida. Rizado, su sabor no es muy pronunciado, pero queda bien como decoración. Resiste mejor al calor que su homólogo el perejil plano, es mucho más perfumado y se saborea rudo. Se utiliza en ramilletes de hierbas, ensaladas y para acompañar verduras y tomates. También combina bien con pescados y frutas.

El tomillo
Una de las hierbas más perfumadas, el tomillo necesita calor para difundir su aroma. Por lo tanto, hay que utilizarlo cocido. Acompaña a las mil maravillas las marinadas, los rellenos, las carnes, los pescados, las verduras, pero también las frutas y los quesos. También puedes añadir algunas hojas a tus masas de repostería para perfumarlas agradablemente. Al tomillo también se le otorgan numerosas virtudes antisépticas.

El cebollino
También muy conocida, se distingue por su frescor. Sutil, es ideal para acompañar los huevos (en tortilla, por ejemplo), los quesos frescos, los pescados y las verduras. Acompaña con finura las aves y las carnes rojas crudas, y es indispensable para preparar vinagretas. Soporta mal el calor, por lo que se debe añadir al final de la cocción y fuera del fuego. ¡Tampoco dudes en combinarla con frutas para crear sabores originales!

El eneldo
El acompañante titular de los pescados, el eneldo tiene un sabor anisado muy característico que a veces puede desagradar… Revela totalmente su sabor en las preparaciones a base de crema. También soporta mal el calor, por lo que se recomienda no cocerlo demasiado tiempo o asociarlo con especias y condimentos calientes (como el ajo). Debes saber que en los países nórdicos, de donde es originario, se utiliza para sazonar las ensaladas, las marinadas y las albóndigas. Prueba y verás…

La albahaca
Reina de la cocina italiana, concuerda maravillosamente con el ajo, el aceite de oliva y el limón. ¡Pero es también es perfecta para acompañar verduras, quesos frescos, carnes (crudas o cocidas), huevos, pescados y frutas! No dudes en asociarla con albaricoques o fresas, ya que los resalta. Su único inconveniente, y es considerable, es su fragilidad: por si no bastara con que soporta mal el calor (es imperativo añadirla al final de cocción y fuera del fuego), se conserva muy mal una vez que está cortada. Por eso se transforma en pesto, la famosa salsa de albahaca molida y aceite de oliva que acompaña las pastas y perfuma las sopas. Además, ¡la albahaca aleja los mosquitos!

La menta
También muy conocida, se aprecia particularmente por su frescor. Se utiliza mucho en postres (chocolate, cítricos, frutas exóticas…). Exquisita con queso de cabra, yogur y quesos frescos, también concuerda muy bien con platos salados… Pruébala con cordero y conejo, por ejemplo. Pero no te pases, que su perfume es muy fuerte. Debes saber que la menta es un excelente antiséptico y antiespasmódico.

La acedera
Cítrica y bastante ácida, es ideal para acompañar las aves, los huevos y los pescados. ¡Pero la acedera también puede saborearse con verduras! Para ello, cocínala como las espinacas. Aprovecha su acidez para rellenar carnes y pescados: ablanda las primeras y disuelve las espinas de los segundos. ¡Atención! Utiliza sólo cubiertos inoxidables cuando cocines, porque la acedera mancha.

El estragón
Su fuerte perfume es muy apreciado con pescados y aves y en salsas. Es una de las pocas hierbas que soportan bien el calor. También puedes utilizarlo en rellenos o marinadas. Por último, debes saber que pierde su sabor al secarse, así que mejor consumirlo fresco o congelado.

El ajo
¡Es un básico de la cocina! Su sabor fuerte y muy picante realza todos los platos. Así que puedes utilizarlo con carnes, rellenos y verduras. El ajo soporta muy bien el calor, que intensifica su sabor. Pero escaldado varias veces pierde su sabor. También hay que destacar que su germen se digiere mal (quítalo antes de utilizarlo). El ajo también es un antiséptico y un antibacteriano probado.

La cebolla
Otro de los básicos, se prepara sobre todo cocida, ya que el calor suaviza su sabor, un poco picante al principio. Cruda, aliña muy bien las ensaladas, las verduras y las marinadas. Cocida, sus usos son numerosos: en sopas, rellenos, caldos, como guarnición de carnes o como verdura. También puedes preparar purés deliciosos, confituras y otros chutneys con cebolla; ¡sin olvidar la tarta de cebolla! ¡Y todas las demás!

Anís, manzanilla, alcaravea, perifollo, citronela, cilantro, chalote, hinojo, lavanda, laurel, mejorana, toronjil, orégano, romero, sariette, salvia, caléndula, valeriana, verbena... ¡Ya ves, la lista es larga! ¡Así que atrévete a probar nuevos sabores!

Fuente: Enfemenino