viernes, 27 de noviembre de 2009

El salmón ahumado

El salmón es un pescado graso de la familia de los salmónidos, tiene el lomo azulado y salpicado por pequeñas manchas negras y su carne es rosada y tierna. Sin embargo, la mayoría de los salmones que encontramos en los comercios son de cría y con la carne menos fina que la de los salmones salvajes de Escocia, Noruega e Irlanda, sus principales países productores. Se trata de un pescado que se puede comer crudo, cocido o ahumado; éste último es el resultado de un proceso de fabricación muy elaborado y lo encontramos sobre todo en la mesa de cualquier celebración. Se consume en mayor medida en los países del norte de Europa.

¿Cómo se elabora el salmón ahumado?
En primer lugar, se le corta la cabeza, se le quita la piel y se corta en filetes. La primera etapa consiste en salar las diferentes partes del pescado con sal gorda y dejar que ésta impregne el alimento. A continuación se ahúma a unas temperatura entres 18 y 23 °C gracias a la madera de haya y a la esencia de madera. Este proceso permite prolongar la conservación del pescado. Por último, se trocea lo más regularmente posible y se eliminan las partes más oscuras. Para realizar esta última tarea se requiere la ayuda de máquinas industriales.

¿Con qué platos combina el salmón ahumado?
Igual que el foie-gras y las ostras, el salmón ahumado tiene sus básicos. Así, resulta imposible no asociarlo al limón, la crema fresca, el eneldo o la cebolleta. ¿Cómo presentarlo? Para el aperitivo y para picotear un poco, pon el salmón sobre una capa de crema fresca con finas hierbas o limón. Dale el toque final con una tostadita templada. También podemos presentarlo como acompañante de la pasta, las ensaladas, féculas o leguminosas. Un clásico: en un bocadillo con queso fresco y verduritas crudas. Ahora bien, recuerda que no encaja en absoluto con el vino tinto y los quesos fuertes.

¿Cómo elegir el mejor salmón y conservarlo bien?
Si puedes, cómpralo en una tienda especializada o en lonchas finas en la pescadería. Si lo compras en grandes superficies, elige el salmón bio, bien rosa. Cuando abras el envase, conserva las lonchas restantes en papel film en la parte baja de la nevera durante 48 horas como máximo.

¿Qué cocinar con salmón ahumado?
Si añades salmón ahumado al plato, no hace falta que eches sal al resto de alimentos, simplemente sazónalos sin sal. Aprovecha y deja fundir el salmón en un buen risoto, con tagliatelles o penne. En las ensaladas, combínalo con pasas, aguacate o queso de cabra. Hornéalo en hojaldre, tortadas, tartas, pasteles o cocas. Y si lo prefieres en el aperitivo, elije tostaditas y mascarpone, bagles, mouse o bastoncillos.

Fuente: Enfemenino.com

lunes, 16 de noviembre de 2009

COMPOTA DE CIRUELAS PASAS

Una receta práctica y sencilla
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Ingredientes:
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*1 kg de ciruelas pasas
*200 g de azúcar
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Preparación:
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Lava y deshuesa las ciruelas. Cocínalas en una cacerola de 5 a 7 minutos, para que se pochen bien.Añade el azúcar y deja la mezcla otros 5 minutos en el fuego. Retira y déjalo enfriar.
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Fuente. Enfemenino.com

lunes, 9 de noviembre de 2009

Hacer frutas confitadas

Colores brillantes, formas divertidas, textura que se funde en la boca y el sabor de antaño... Las frutas confitadas son una golosina ineludible en cualquier casa y sobre todo en los momentos de fiesta.Pero muy pocas veces nos atrevemos a ofrecer esta delicia hecha por nosotras mismas en casa porque pensamos que su elaboración es demasiado complicada... ¡con lo fácil que es!

He aquí algunos consejos y trucos para convertirnos en profesionales de la confitería...

> (Frutas - agua) + azúcar = ¡frutas confitadas!
El principio de las frutas confitadas o escarchadas es reemplazar el agua contenida en las frutas por azúcar, un excelente conservante. Este proceso de confitado tiene que efectuarse lentamente.

La técnica, muy simple, se desarrolla varias etapas:
- Se eligen frutas firmes y pequeñas, que no estén pochas ni tengan golpes, y maduras.- Se ponen al fuego y se aumenta poco a poco la intensidad, para que se calienten lentamente, pero sin llegar a hervir, para que las fibras se rompan más fácilmente y hacerlas así permeables. Este proceso se llama blanquear.
- A continuación se ponen a remojo las frutas en el almíbar, cada vez más concentrados.- Una vez confitadas (se componen de un 80% de azúcar y de un 20% de fibras), se prueban y se espolvorean con azúcar glas.

> La receta de base
Esta receta sirve para 500 g de frutas que habrán sido preparadas previamente, es decir, lavadas, deshuesadas, incluso peladas.Las piezas de fruta pequeñas déjalas enteras (las cerezas, las ciruelas pequeñas), corta en cuatro los cítricos, en rodajas las frutas grandes redondas (peras, piñas, manzanas), y en dos los albaricoques y las ciruelas.

También puedes blanquear las frutas para hacerlas más permeables al azúcar. Para ello, sumérgelas 30 segundos en agua hirviendo y en seguida en agua helada. Algunas frutas son más frágiles que otras: hierve los melocotones sólo durante 15 segundos.

Primero harás un almíbar de azúcar concentrado. Te servirá de base y la podrás reutilizar varias veces añadiendo azúcar cada vez.

Ingredientes:
- 500 g de frutas preparadas
- 250 g de azúcar blanca fina + 30 cl de agua (para el almíbar de base)
- 440 g de azúcar, que se irá añadiendo al almíbar según lo vaya pidiendo.

Preparación:
Realiza el almíbar de azúcar: pon al fuego en una cacerola profunda 250g de azúcar fina en 30 cl de agua y llévalo a ebullición lentamente. Deja que rompa a hervir durante 2-3 minutos: el almíbar tiene que ponerse ligeramente espeso.

Coloca las frutas en una cesta o un colador de metal, o una espumadera grande, y sumérgelas en el almíbar, fuera del fuego.Procura que todas las frutas queden bañadas completamente, y déjalas macerar así durante 24 horas. A la mañana siguiente, escurre las frutas y apártalas.Añade 60g de azúcar al almíbar. Llévalo lentamente a ebullición y déjalo hervir un minuto. Vierte el almíbar sobre las frutas y déjalas macerar 24 horas.

Repite esta operación los siguientes tres días: cada día añade 60 g de azúcar al almíbar, deja que hierva un minuto y hazlo macerar 24 horas.

Al sexto día escurre las frutas, añade 100 g de azúcar al almíbar, llévalo a ebullición, vierte las frutas en él y déjalas hervir tres minutos.Apaga el fuego y déjalas reposar 48 horas más.
Repite la operación: añade 100 g de azúcar, deja que hiervan las frutas en el almíbar tres minutos y después deja que reposen 48 horas.

Finalmente, escurre las frutas del todo con la ayuda de una espumadera y después ponlas sobre una rejilla fina. Déjalas secar.

Conserva tus frutas en un tarro o en una caja hermética, al abrigo de la luz y de la humedad.

> Consejos
- Si quieres confitar cortezas de cítricos (naranja, limón, limón verde), es necesario comprar frutas que provengan de cultivos biológicos. En efecto, los cítricos “no tratados” han recibido también pesticidas antes de su recogida.Acuérdate igualmente de rascar bien el interior (la parte blanca) de las cortezas, para que no sepan demasiado amargas.
- Escoge frutas de calidad, muy frescas y bien maduras.
- Puedes conservar las frutas confitadas a las que no hayas puesto azúcar glas por encima en su propio almíbar de origen.
Fuente: Enfemenino.com